lunes, 27 de agosto de 2007

No a la Mala Actitud

Yo sé que la gente anda enojada con el transantiago, con sus trabajos y los jefes abusadores. Y con las vacaciones que son tan cortas y con el Senado que no quiere dar el sándwich patriótico sin que lo recuperemos, siendo que ellos no “trabajarán” hasta octubre. Y así, miles de cosas ¡Pero eso no es motivo de malas actitudes!

Me tocó ir a pagar el teléfono de la oficina –que se me había olvidado, lo cortaron, me retaron y partí corriendo Jiji- y como iba tan apurada no me acordé que abren a las 9 y yo llegué como 15 minutos antes, así que me puse a esperar. En verdad, soy buena haciendo eso, porque hace un tiempo decidí que no me iba a estresar más por esas tonteras: si estoy manejando y quedé en medio de un taco, yo canto y voy feliz, porque en realidad no saco nada con sacarle la mamá, el primo, la abuela y el perro al pobre hombre que se olvidó echarle bencina al auto antes de meterse a la autopista, y ni hablar de la pobre mujer que no sabe cómo qué pana le afectó y quedó parada en medio de una avenida principal. De hecho ni siquiera reclamo cuando voy al banco y hago colas eternas, porque al final por mucho que uno reclame, grite y patalee, queda igualita en el mismo puesto.
Y como últimamente ando por la vida buscando la sanidad mental y para mí, todo es cosa de actitud, decidí que la “buena actitud” está de moda. Y punto.

Volviendo al tema, hoy éramos como 15 los que esperábamos que abrieran la famosa Telefónica y en forma natural se hicieron dos filas. Yo no sé cómo quedé estratégicamente puesta justo en medio de una de ellas y pasaban y pasaban los minutos, mientras yo estaba muy entretenida tratando de sacarle una foto con mi celular a una paloma que estaba acostada y ¡durmiendo en la vereda! (En realidad se veía muy chistosa, en fin…)
Dos señoras se pusieron detrás de mí y ¡Tate! Cuando el reloj marcó un minuto para las 9 de la mañana la gente empieza a moverse como tratando de acercarse más a la puerta que por cierto, aún no abrían. Y justo llega esa señora, la que viene corriendo con cara de “estoy muy apurada para esto” y que a punta de codazos trata de quedar de las primeras, cuando obviamente había llegado de las últimas. A mí en verdad me dio lo mismo, pero a las señoras de atrás no y empezaron con un “¡Ah no! ¡La gente patuda! ¡Quiere colarseee!" Mientras trataban de cerrarle el paso, ja! (¿Han notado que todos hablan de los “otros”, pero al famoso patudo nadie le dice nada en su cara?)

En fin… Todo bien hasta que me llega el primer empujón. El segundo y el tercero. Ahí ya me empecé a molestar así que traté de avanzar un poco y PAF! El cuarto empujón. Miré con cara de pocos amigos a la señora quien me susurró una disculpa y cuando me di vuelta de nuevo como para entrar, PAF, el quinto empujón y terminé casi en brazos del abuelito que estaba delante de mí.
La verdad es que en un momento pensé en darme vuelta y pegarle un grito a la señora empujona, pero como quedé literalmente abrazada y embrasilada al abuelito en cuestión, me dio un ataque de risa mientras trataba de tranquilizarlo, porque ya veía que le daba un soponcio al pobre. Y ya riéndome era imposible que le dijera algo a la señora empujona, así que la dejé pasar no más, total, debe haber estado más apurada que yo.

Entonces… me quedé pensando en comenzar una campaña contra la gente de malas actitudes ¡porque no me gustan no más! Y pensé en “Piteate un mal actitudoso” y no me tincó, primero porque dudo que exista esa palabra y después porque esa campaña era bien mafiosa, entre nos. Así que decidí que podía dedicarme en mis momentos de ocio a transformar a la gente con mala actitud: ¡con dosis de ternura soberanas!
Así que si ven a alguien en medio de un taco, tirándole besos a todos los que tocan y tocan la bocina, ¡salúdenme, porque seré yo!

*.

11 comentarios:

Moncho® dijo...

Isoldita:
a mí me catalogan de "Light" por lo mismo, manejando tiro mil xuxadas, pero al final es para reírse si total no avanzamos por gritar...
Cuando voy a pagar una cuenta, aprovecho al junior de la empresa, pero lo que me produce risa y extrañeza, es la gente que al ver que se detiene una micro un poco antes del paradero, comienza a correr, siendo que en un horario en que van desocupadas.

Un abrazo.

PD: le explique al Vicho el impacto que produciría la compra de la tortuga ya que están en peligro de extinción, a cambio le ofrecí un robot y acepto.

Gandalf_rojo dijo...

esa es la actitud que hace falta en la vida :) hace rato que llevo ese estilo de vida tratando de contagiar a mi madre cuando vamos juntos a hacer un tramite

pffffffffff

la gente va con actitud agresiva XD

y no me kites el lao hijo de tu madre

::Vita:: dijo...

Yo tb intento no estresarme.. pror lo general ando con mi pendrive y ahí me quedo como autista mientras todo el resto de empuja. Y cuando los rotos que se cuelan en la fila de mi micro están cerca mío los encaro y les digo que es una falta de respeto y de educación llegar y atropellar al resto que sí hacemos una fila ordenada porque tb nos queremos ir a casa.

Hoy el transantiasco en que venía chocó con un taxi (el taxi se coló en todo caso) y la gente gritaba y criticaba y yo super tranqui, total si ya venía tarde, daba lo mismo... (patudamente llegué como a las 10, jajaja)

No vale la pena hacerse mala sangre cuando realmente no está en tus manos cambiar las cosas ;)

Sole dijo...

Buena actitud, uno no saca nada haciendose mala sangre por el stress de otros... yo soy relax... y si la fila esta muy larga o algo asi, o me la banco o simplemente paso otro dia.... pocas cosas me hacer salir de mi calma... ademas con el mp3 enchufado en la oreja musicalizo todos los momentos de mi dia jajajajaajajaj, y la cola se hace enana

cariños chica
sol

Gandalf_rojo dijo...

jajajjajajajaja es que no podi cometer los mismos errores XDDDD poh
si la idea de decir "chuata, la cague" es pa no tener que repetirla :P

JeUneT..... dijo...

Concuerdo contigo, a pesar de ser bastante histérica para mis cosas andar siempre apurada, quiere todo siempre para ayer, la verdad es que uno no saca nada con andar rabiando, hay un movimiento que se llama slow down. habla un poco d eso de aprovechar los momentos, no ir tan rapido
suerte y saludos¡¡¡¡

Marlencita... conquistando el universo dijo...

la forma de desahogarnos, es diferente en cada uno de nosotros.
Buen post... buen bló!!!!
Un gran saludo
M

danieLa® dijo...

Jajaja, y si alguien te tira una piedra por estar saludando... esa seré yo!!... jajajajaja. :D

Mi hermano ya está aburrido de decirme que pare con alegar por todo, y me da tus mismos argumentos. Juro que en ocasiones me pongo como meta aplicar "hakuna matata" y todo eso, pero la estupidez humana me supera. :(

Bueno, si haces la campaña igual me sumo, de repente hasta me sirve de terapia.

Abrazos.

 kotto dijo...

jajaj la verdad admiro a la gente que tieene la paciencia que tienes tú.. por que ten por seguro que a "esa" señora ... le hubiese llegado el mejor grito..

un beso nenita...

Alejandra dijo...

¡¡Te admirooooooo!! Porque yo pierdo la paciencia pronto y si la señora me hubiese empujado tanto, yo a la segunda me doy vuelta y le digo ¡¡Deje de joder señora!! Además, como soy alta, jajajaja... siempre asusto, jijiji. Pero bueno, me encantaría andar con una actitud positiva por la vida y ante malas actitudes, simplemente sonreír, pero cuesta. Besillos Isoldita... cuidate mucho, bye.

Anónimo dijo...

JAJAJAJA... que genial. Todos hemos sido víctimas de aquello. A mí me tocó ser parte de la vereda contraria cuando realicé mi práctica en el banco. Apenas abrían a las 9, un montón de viejos(as) se achoclonaba en el mesón de atención a clientes para ir a buscar documentos, actualizar libretas, denunciar protestos de cheques, papeles de depósito, giros, etc. Apenas llegaban, yo apelaba, justamente a lo que dices tú: a la buena conducta de las personas:

"Haber, buenos días, por favor, saquen el númerito y hagan una fila, si son tan amables, para no impedir el buen funcionamiento del módulo"

Plop! todos me hacían caso y en verdad no demorábamos más de 20 minutos en atender todos los casos con mi otro partner en el mesón. Es cosa de hablar fuerte no más y listo. El chileno, a pesar de todo, es obediente. Reclamón, pero pa'dentro.

Un gran abrazo, Isoldita payasita, jeje. Nos estamos leyendo.