miércoles, 26 de diciembre de 2007

El Viejito vale Hongo, pero Yo me Creo Gurú

Porque por más que le hice la pata al Viejito Pascuero en mi carta, no pasó nada.
Y cuando yo esperaba encontrarme con un guachón con el cuerpo de Chayanne, vestido sólo con papel celofán y esperándome bajo del árbol navideño: NADA.
El viejito es una súper estafa.

Pero además de eso me creo Gurú. Qué mentalista de Chimbarongo, ni Ayún ni nada: Con el catálogo de los “casos clínicos” di con la verdad de la milanesa.
Fui a almorzar el “de patio” número 2 y sólo acepté porque me encanta que me inviten, no porque sea malvada. Sólo puedo decir que mi análisis no pudo estar más acertado: Si yo fuera su polola me pego un tiro. O me lanzo al Mapocho, pero abrazando un armario de 2 cuerpos. Algo bien drástico de todos modos.

Y a mí, como que cada día me gusta más estar soltera…

Pero como me siento The Real Gurú – ¡tiembla Bomba!- y para reivindicar a los guachones porque no Les odio, también escribiré algunas de las cosas que me gustan de ellos:

1. Cuando se dejan la barba de dos días
¿Hay máquinas que dejen la barba así siempre? Es que no me gusta ni el estilo Osama ni los “potito de guagua”. Esa barba como crecida es demasiado sexy y hace cosquillas al besarlos. 10 puntos al tiro.
2. Guachón Peludo
Pero nunca monos, que todavía tengo pesadillas con una teleserie donde se veía a Bastián Bodenhofer saliendo de la piscina: ¡con un koala pegado en la espalda! Guacala, ahí yo aplicaría cera de una, pero en un nivel decente se ven demasiado varoniles.
3. Pelo corto
Afrontémoslo, a los chicos les queda el pelo corto no más. Al único guachón al que le queda bien el pelo largo es a Camiroaga, pero es que ése no tiene arreglo: Es tan pero tan mino, que se viste de huaso y yo igual me casaría con él: así de mino.
4. “Saliendo de la Ducha”
Yo debo ser muy turbia, pero cada vez que veo a un guachón con el pelo mojado me paso la mejor de las teleseries. O sea, yo “Le amé” a Chayanne cuando hizo un video clip con lluvia, debe estar por ahí el tema. Lo encuentro demasiado sexy. 50 puntos.
5. Voz de Hombre
Porque hay pocas cosas más mata-pasiones que los con “voz de pito”. Una vez salí con un guachón que abría la boca y me dejaba sorda. Y no me acuerdo de nada de lo que hablamos porque yo sólo pensaba dónde estaba el botón “mute”. Macabro. Pero los con voz varonil son sexys y provocan hasta que te canten una canción al oído.

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¡Feliz Navidad para Todos los que pasan por aquí!

Y si al igual que a mí, no les llegó el regalo que le pidieron a la “estafa con patas” del viejito pascuero, podemos ir juntos a protestar. E ir a secuestrarle a Rudolph el próximo año.

Pd: Igual recibí un regalo “personal” muy bello para navidad. ¡Besos exclusivos para ti!

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viernes, 21 de diciembre de 2007

Querido Viejito Pascuero

Mejor nos saltamos la parte latera de si me porté bien o mal este año: Me porté no más. Aunque si mira para el lado y comparándome con la famosa Naty o los díscolos que le hicieron la cama a la Michelle, yo diría –humildemente- que soy un angelito con patas.
Además, hace tiempo que no le pido nada. Yo diría que como desde los 12 años, cuando descubrí que su colega “don Ratón de los Dientes” era más turbio que el viejo que se traspasó fondos al banco extranjero, al encontrar mis molares tirados en el patio.
Por ese terrible hecho Viejito, es que empecé a desconfiar de inmediato de todo el gremio de los “querendones de los niños”, así que no recibe cartas mías desde esa época. Sumando y restando: ¡me debe un montón de regalos!
Así que aquí va mi lista, con un poco de adelanto para que no explote a los duendes y puedan envolverlos con tiempo:

1. Quiero un admirador secreto con todas las descripciones que ya mencioné aquí –porque Viejito, varios se ofrecieron, pero al final de cuentas: “Ná de Ná!”-
2. Quiero los números ganadores del Loto. Porque ya parece chiste, tengo la sospecha de que yo mantengo a la oficina de Ahumada y ¡nunca me gano el guatón millonario!
3. Quiero que abduzca a un editor de alguna revista de papel couché y le diga que hay una guachomina seca que escribe en este blog, para que me ofrezca una columna semanal y me paguen por escribir tanta tontera.
4. Quiero que provoque un corte de luz generalizado en mi banco, que haga perder todos mis antecedentes, mis cuentas, mis huellas digitales y por sobre todo, ¡el giro de mi visa!
5. Quiero que en un director de teatro me pille en la calle, cruce para encontrarme y finalmente me “descubra”, porque ahí sí tendré motivos para dedicarme a la actuación.
6. Quiero que me mande a un guachón –ojalá lo envíe envuelto bien sexy- que ni se parezca a ninguna de las descripciones que puse acá. Porque Viejito, de esos sobran… ¡y yo quiero uno que valga la pena!

Eso no más sería, si al final las misses le piden por la paz del mundo, lo mío es bastante más simple creo yo.

Que conste que armé el arbolito de navidad ayer, sólo para venir a buscar mis regalos el 25 en la mañana, eh?

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viernes, 14 de diciembre de 2007

Esta Semanita...


No había podido escribir porque comencé mis dos semanas de exámenes y eso me tiene con pocas horas de sueño en el cuerpo y lenta como yo sola. Pero en todo caso estoy feliz porque ya rendí los dos primeros y me fue bien. Tanto, que casi recuperé la confianza perdida, cuando aseguré que este semestre estaba más tonta que el anterior (ajaja).

Pero en el examen del día lunes vi una actitud muy siniestra: la del “chupa medias”. La verdad es que al lado de mi compañero, el “Espinita” del jappening es una alpargata. No supo contestar nada y el profesor, en un intento desesperado por lanzarle un salvavidas con preguntas de actualidad, le respondía con frases del tipo: “Ohh, no le puedo creer”“Es que así nadie puede, ¿cierto?”“Uff, ¿a dónde vamos a llegar con estos políticos”.
Y a mí al principio me dio risa, porque yo en el lugar del profesor, le hubiese tirado un escupo por hablar tanta ridiculez. Después me dio vergüenza ajena, pensando que “eso” sería posiblemente en un futuro, mi colega. Y al final me piqué de verdad, porque el loco sacó una buena nota –no tanto como la mía claro, ejem- ¡sólo por ser “chupa medias”!
Esas conductas van en contra de mis principios, o sea, no me nace hacerle la pata a nadie y menos a un profe, para compensar lo no estudiado. Y eso que estoy segura que mi compañero, con lo poco agraciado que es, se veía mejor que yo, que estrenaba unas ojeras despampanantes con tanto estudio nocturno…
Ok, ése fue mi descargo estudiantil.

Tampoco había contado que hace una semana me encontré un conejito de orejas caídas en la calle. Sí, en la calle, nadie me cree, pero yo iba llegando a mi casa y lo veo correr, lo llamo y se queda conmigo. Fue como amor a primera vista yo creo. Así que me lo traje a la casa.
Papá propuso dejarlo afuera a ver si otra alma caritativa lo recogía, pero con mamá nos negamos. Lo bauticé como Tomás y es un amor de conejo, a mí me sigue, hacemos carreras y me languetea los pies. Claro que cuando es mucho el amor, se pone hacerle empeño a mi pantorrilla y bueno, eso ya no es tan chistoso. Así que descubrí que el dicho “te gusta como conejo” es de lo más ad hoc que hay.
Ahora el pobre está “Amenazado por Convivencia” eso sí, después de que ha convertido mi cama y la de mi hermana en su baño personal. Casi morí cuando supe que se había hecho en mi mini favorita, pero es imposible no perdonarlo.

¿Ven que es lindo? Cómo lo voy a castigar!


Y ayer fui a Estación Central a comprar los regalos para la campaña navideña. Es inhumano eso, yo creo que de las 4 horas que estuve ahí, 3 fueron sólo para trasladarme de una tienda a otra. Y no había calle, todo era mall callejero. Lo más ridículo que se me ocurrió fue tratar de probar un walkie talkie, para lo cual debía alejarme de la señora de la tienda cuneta a unos 3 metros. Y cuando logré hacerlo, pensé que lo más fácil era arrancar con uno, que volverme a buscar el otro. Y ella terminó dándome indicaciones –sí, por el walkie talkie- de cómo volver a su tienda, porque entre tanta gente me había perdido.

Pero también descubrí algo muy chistoso. Si alguien ya sabía de su existencia, no me digan que estaba ahí hace dos años que me pico, porque yo lo encontré ayer no más. Afuera del metro, hay dos monumentos que tienen las manos del jet set criollo plasmadas en cemento. Sí, como las que hacen las estrellas de Hollywood, pero éstas son de los que han participado para la organización de “Make a Wish”. Muy lindo en verdad.
¿Lo más chistoso? Luchito Jara tiene las manos muy chiquitas (Es muy chulo eso de probar si tus manos calzan en la de los “famosos”, pero admito que lo hice). El guachón de Camiroaga tiene las tremendas manos y lo pusieron al lado de la Karen Doggenweiler, yo creo que le daría soponcio si lo viera, pero dudo que vaya para allá.
Pero lejos lo mejor son las manos del Marcelo de Cachureos. Porque arriba de todas las manos sale una placa que dice, por ejemplo “Andrea Tessa, Cantautora” y así, los nombres y su profesión. Pero la suya dice: “Marcelo de Cachureos, animador de TV”. Y por si acaso, en realidad su apellido es “Hernández”, pero yo creo que debería ir a cambiárselo al registro civil, porque aparte del papá y yo, apuesto que nadie más lo sabía.

Pd1: Chicos! Las colaboraciones para la Campaña Navideña Paternitas se reciben hasta este sábado, así que a ponerse las pilas!
Pd2: Saludos varios a todos, vuelvo cuando termine mis exámenes!
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jueves, 6 de diciembre de 2007

¡Campaña Navideña Paternitas!

Hace más de 10 años se creó la Fundación Paternitas, que acoge a los hijos de padres y madres que están en la cárcel, quienes en la mayoría de las ocasiones pierden la custodia de sus hijos y otras tantas, no tienen con quién dejarlos.
Hace algunos años, con un grupo de amigos visitábamos a los niños, inventábamos juegos y actividades los fines de semana, con la idea de devolverles un poco la niñez que muchas veces le han quitado -con problemas que no les son propios- pero que los han hecho madurar con demasiado dolor de por medio.

Paternitas hace una labor increíble con los niños. Les procura de una educación insertándolos en los pocos colegios que los reciben, les dan un hogar muy cálido, además de preocuparse de todas sus comidas y atenciones médicas.
Con todo esto buscan “Romper el círculo de la delincuencia”, donde muchas veces están insertos y sin posibilidades de salir.
Los niños de Paternitas son como todos los niños que conocemos, muy inteligentes y maduros para su edad. Sin embargo, no pierden las ilusiones propias de la infancia como es recibir un regalo de navidad.

Por eso, el Club de Lulú por tercer año consecutivo, ha comenzado la campaña de navideña para dar un regalo a todos los niños de la fundación. Este año necesitamos estos regalos:

Para los NIÑOS:
De 5 a 7 años: 9 regalos
De 8 a 10 años: 14 regalos
De 11 y 12 años: 14 regalos

Para las NIÑAS:
De 5 a 7 años: 8 regalos
De 8 a 10 años: 14 regalos
De 11 y 12 años: 11 regalos

Son 70 regalos en total. Pueden colaborar con esta campaña entregando uno de estos regalos o aportando dinero a la cuenta que está en la página del Club. Lo ideal es que los regalos sean entre 3.000 y 4.000 pesos. La única motivación es poder entregarles a estos niños una navidad bonita como la que sueñan todos.
Por eso invito a todos los que vienen para acá para que nos ayuden en esta hermosa campaña, avisando a sus conocidos también.

Si tiene regalos que quieran entregar, sólo avísenme al correo que sale en mi perfil o a través de un post acá, que yo los puedo ir a retirar sin ningún problema. Ojalá muchos se motiven con esto y se pongan las pilas pronto, pues debemos contar con los regalos antes de la navidad obviamente.
No olviden que son niños como los que tenemos en nuestras familias y que se merecen una navidad bonita como la que todos deseamos para nuestros hijos.
Es demasiado fácil colaborar y la recompensa es inmensa.

Pd: Gracias a mis amigos Andrés, Tania y Julio, que ya se comprometieron con sus regalitos!

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lunes, 3 de diciembre de 2007

Muy Chúcara

Según mi hermana está muy mal que yo le diga a la gente que es chúcara, porque ese término es para los animales. Un caballo puede ser chúcaro, una mula es realmente chúcara y así. No la mamá, por ejemplo.
Pero mamá es súper chúcara a veces. Cuando me reta y yo no le hago caso, yo le digo que llega a parecerse a Chucky de tan feo que me mira. Y me mira más feo.
Le digo que si yo me la encontrara en un callejón oscuro, saldría arrancando. Más chúcara se pone. Pero es por ratitos no más, el resto del tiempo la mamá es lo más dulce que hay.

Mi vecina sí que es demasiado chúcara y a tiempo completo. Nos ha hecho la vida imposible desde que llegamos al departamento. A mí me odia y eso que soy enferma de simpática.
Ella se transformó al judaísmo para casarse con un judío y como estaba en plena época de cambios, de pasadita aprovechó de cambiarse el nombre también. Y él la dejó porque es enferma de neurótica y con una hija que tiene como mi edad y recién salió del colegio. Con abogado nos soplaron.
Y nos obliga a decirle Jael, que es como su nombre religioso, pero las cartas le llegan a nombre de Juana o algo así, muy chileno en todo caso.
Y yo para reírme le digo: “Juana, te llegó carta” y ella me gruñe. The real chúcara.

El sábado celebramos el cumple de papá, que en realidad está de cumpleaños mañana. La pasamos demasiado bien y el fotógrafo oficial nos sacó cientos de fotos demasiado entretenidas, como cuando los obligué a todos a poner cara de sorpresa y cosas así. Lo único malo es que el fotógrafo oficial es mi tío favorito, que siempre me entrega las fotos como al cumpleaños siguiente, así que no prometo mostrarlas.
La cosa es que estábamos demasiado prendidos en el cumpleaños cuando la vecina de la casa del lado gritaba y gritaba en el portón. Yo bajé bien enojada porque me carga que griten y me cuenta: un auto estaba estacionado en la salida de autos de su casa y ella no podía ni entrar ni salir.

Y mis ojos brillaron: ¡era el auto del papá de la vecina chúcara!

Así que le dije que llamáramos al tiro no más a un inspector para que le pusieran un parte. Pero la vecina que es como súper mística, ora a la pachamama y todo eso me decía que no, porque íbamos a armar un lío. Y yo dale con dictarle sus derechos, que era un atropello que le taparan así la entrada, así que le presté mi celular y llamamos. A esas alturas estaba la mitad del cumpleaños en la calle y yo dale que dale con que se merecía un parte.

Y llegó el inspector. Miró la escena y como que le daba lata cursar un parte, porque más encima era re tarde y estaba la Teletón y todo eso. La vecina mística no sabía qué hacer y yo le insistía al inspector que era una falta de respeto, que así daba vergüenza vivir en su comuna así que se lo sacara no más, que si no, yo iba a reclamar.
Y se lo sacó.
Yo me reía sola y habría pagado por verle la cara a la Juana, alias Jael.

Me voy a ir al infierno, pero quedé feliz.
Porque la chúcara no sólo se quedó con un tonto parte de 30 lucas, sino que se lo pegamos al vidrio. Al medio del parabrisas.
Porque al inspector se “le olvidó” ponerlo y nosotros teníamos miedo de que se le perdiera. De puro buenos que somos.
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miércoles, 28 de noviembre de 2007

Yo me Creía Schumacher

A mí me encanta manejar.
El único trayecto al que le hago el quite es al centro de Santiago, porque los peatones tienen ese fenómeno de “oveja” que cuando uno cruza ¡todos le siguen! Sin importarles si están con rojo o no. Más encima en las calles del centro como que creen que todo es paso de peatón y nones: ¡por eso existen los semáforos!
Pero ellos no, llegan y se lanzan y me he quedado mil veces metida en medio de la calle porque ya me dio la luz roja y los peatones, todos tiernos, paseando…

Una vez una señora me gritó el tremendo garabato por haberme quedado ahí al medio y me golpeó el auto. Ultra agresiva. Y yo bajé el vidrio y le grité: “cómprate un auto, perica”.
Fue mi desquite macabro y le pedí a San Pedro que cerrara los ojos, porque lo vi echándome del cielo de una patada. Pero igual me sumé mil puntos, porque nadie me garabatea ni nadie le pega a “La Joyita”.

“La Joyita” es el auto. No sabemos cómo anda todavía si a cada rato le dan unos ataques como si quisiera irse al cementerio de los papús, así que lo tratamos con mucho cariño para que no nos deje en pana. Y cuando lo dejamos estacionado papá hace como que le pone alarma para alertar a los patos malos. Y eso que no tiene ni alarma.

Yo le digo que si a alguien se le ocurre robarse a “La Joyita”, le va a dar pena y lo más probable es que nos deje plata arriba del auto…

Pasé a buscar a mamá al trabajo y como que le da susto ir conmigo de copiloto. Apenas se sienta se cruza el cinturón de seguridad. Yo le digo que es enferma de miedosa si no pasa nada, pero cada cierto rato me dice que frene un poco.
Le indico la velocidad a la que voy y después la señaletica, que andamos de lo más coordinadas siempre. Me mira feo y sigue.
¿Vas apurada? No. Entonces porqué tan rápido. Mamá, es como soy como Schumacher, amo la velocidad y no puedo andar lento. Y quién es Schumacher. Mamá, si sabes quién es. Ya, pero él compite y le pagan por eso, a ti no.
Punto para ella. Freno un poco.

Pero ayer me piqué.

Pasó una viejita como de 90 años echa un bólido al lado mío, en un tremendo auto. Tan grande, que hasta “La Joyita” se ofendió. Schumacher se me había ido a las pailas, derrotada por la protagonista de “Los años dorados”.

Y estoy segura que la vieja me sacó la lengua cuando pasó rajada al lado mío.

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jueves, 22 de noviembre de 2007

Casos Clínicos

Un amigo me preguntó cómo iba mi búsqueda del guachón ideal. Le dije que pésimo, porque me ha tocado conocer a cada tipo “de patio”, que estoy pensando seriamente en irme a un cerro a meditar y ser como Buda.
¿No me cree todavía? Mire con qué tipo de guachones nos encontramos las pobres guachominas a diario:

1. El "la imagen es todo”: Cuando nos conocimos llegó con la parada de “soy galante, sin rollos y bohemio”. Características que son lo mínimo que uno espera de un chico de treinta y tantos, con trabajo y viviendo solo.
¿El problema? Que de las tres características sólo la última era verdadera. Lo de galante se le quitó después de… ¿la segunda cita? En las siguientes el sujeto era “irreconocible”.
Análisis: Debería denunciarlo al Sernac por publicidad engañosa.

2. El Barsa o “mientras no me pillen”: Porque tiene polola y al principio lo negó para salir conmigo. Según él, sólo omitió la información. Porque después de la parada de carros que le hice me pidió disculpas y que siguiéramos tan amigos como antes.
¿El problema? Que me avisa que se viene a trabajar cerca de mí para que nos juntemos…
Análisis: Si yo fuera su polola, me pego un tiro.

3. El Bipolar o Personalidad Múltiple: Porque un día le encanto y al otro no existo. Los días pares quiere juntarse conmigo y en los impares se le olvida que quería. Porque arma los tremendos panoramas -cual de todos mejor que el anterior- y me embarca con la galantería de antaño.
¿El problema? Que no realiza ninguno, porque el día que toca el panorama: Anda de maletas ¡porque es bipolar!
Análisis: Si me gano el Kino, le regalo una terapia completa con un psiquiatra.

4. El Pastel o “no le gano a nadie”: Porque le gustas pero no se lanza. Porque manda mensajes con el amigo y seguramente una terminará saliendo con el amigo antes que con él. Y cuando se acerca, en vez de ser galante, tira la caballería encima porque se le ocurrió que así resulta.
¿El problema? A todas nos gustan los chicos que se crean el cuento, pero no queremos a uno que nos diga “yo podría mejorar tu pobre existencia”.
Análisis: Terminante: es un caso perdido.

5. El Pegado: Con el que saliste hace casi 4 años pero se resiste a que lo olvides. El que te habla para exigirte que le cuentes que ha sido de tu vida sin él y si le dices que estás súper bien, se siente ofendido, pero aún así quiere salir contigo otra vez. Al que le dices que nunca funcionó porque él es demasiado fome y poco interesante, se ofende de nuevo y te vuelve a invitar.
¿El problema? ¡No hay forma de sacárselo de encima!
Análisis: Le buscaría otra chica, pero me daría pena que ella pasara por lo mismo.

6. El Acosador: No puedes pasar sin que te pegue “la escaneada”. Porque aunque estás vestida, te mira como si tuviera frente a sí un catálogo de ropa interior. Y una se siente dentro de ese catálogo casi modelando.
¿El problema? Recibí a uno la semana pasada en la oficina porque es el próximo arrendador, y yo me muero si me toca trabajar con él.
Análisis: Loco ¡hazte ver! Capaz que no me gane el Kino todavía y lo tuyo ¡es grave!

7. El “te llevo a bailar pero nunca al altar”: El típico guachón galán, al que no puedes decirle que no y que más encima es tan, pero tan entretenido, que casi te preguntas si no serás tú muy fome. Pero nunca quiere ponerle nombre a la relación, siempre le da un ataque fulminante de colon cuando lo invitas a tu casa y cuando lo llamas a la suya, a la “suegra” ni siquiera le suena tu nombre.
¿El problema? Que nunca será nada en serio… y lo sabes; más encima te morirás de envidia cuando sepas que a otra sí le pidió pololeo.
Análisis: Hay que copiarle la técnica: pasarla bien y después “bye guachomino”.

8. El Mamón: Porque está peludo hace rato, pero le sigue preguntando a la mamá si se puede quedar a dormir afuera. El que te lleva a su casa, no para presentarte a la familia, sino que para que la suegra se ponga el disfraz del FBI, te pregunte sobre todas tus intenciones con el “querubín” y de pasadita, haga comentarios como “no te puedes vestir así si sales con mi hijo”.
¿El problema? Jamás te pedirá pololeo hasta que su “santa madre” se lo permita.
Análisis: Otro caso perdido, “el que duerme con niños…”

* Si usted es guachomina y ve a uno de éstos, aléjese corriendo tanto como le den las piernas. Y si tiene otra categoría a la que, suertudamente, aún no he conocido: ¡Dígamela!
* Si usted es un guachón que se siente identificado en cualquiera de estas categorías, aléjese por favor, si sé que tengo un imán para esto… ¡pero ya es mucho!

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lunes, 19 de noviembre de 2007

Me Voy al Infierno Vegetal

Maté a la planta de la oficina.
Bueno ya… a las cuatro plantas que teníamos.
En realidad no es como que las haya tirado del 7º piso, ni las metí a la tina para acuchillarlas por sorpresa como en psicosis.
Como dijo papá: “Sólo las dejé morir”.

Y tuve que confesarme con mamá, que es la amante de las plantas que tiene convertido mi living en una selva. Y cuando le conté, me miró con cara de odio mientras yo le explicaba a la velocidad de la luz que admitía la culpa, que era una mala madre de vegetales, que sólo me acuerdo de alimentar al perro cuando me ladra y que las plantas ¡no ladraban! Que todo había partido con mi viaje a Mendoza, porque antes tenía una rutina para echarles agua, pero como allá hice de todo menos regar, lo había olvidado y de eso hace… varios días…

Y que por último yo no tenía toda la culpa, porque la planta que más muerta estaba, era la de la oficina de papá.

“¡¡¿Y qué tiene que ver eso?!!” me preguntó ella, como si fuera San Pedro Vegetal y quisiera lanzarme de una patada del cielo verde.

“Que papá fuma mucho entonces la planta ni podía respirar, la pobre estaba hasta asmática yo creo. Además, que él es muy estresado y la pobrecita recibía puras malas vibras todos los días. O sea, ¡no se murió solamente porque yo no le eché agua!”.
Y como le dio risa mi explicación, mamá me perdonó.

¡Pero yo temo que las plantas vengan a tirarme las patitas en la noche!

Así que las tengo en la UCI, aplicando agua por gotitas con algodones –como me obligó mamá- y hablándoles dulcemente.
Porque según la nueva defensora universal de esos seres verdes, hay que hablarles e incluso cantarles para que estén bien, cosa que además de encontrarla un tanto ridícula le dije que me quitaría mucho tiempo.
Pero ante esa mirada de fuego de mi progenitora que me culpa de asesina, no me quedó de otra que partir al nuevo cementerio vegetal a disculparme con ellas.
Ahora les canto también -esto de trabajar sola...- claro que sólo reggeaton, así que si salieron medias doctas en el tema musical, no le veo mucho futuro al tema.

Pd: Gracias por todos los saludos deseándome suerte! Me fue bien en todo así que ando más feliz que una perdiz, salvo por mi asesinato múltiple, claro…

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martes, 13 de noviembre de 2007

Mi Campaña y Yo

(Quien no sepa cuál es mi famosa campaña personal, lea primero aquí)
(No sea flojo, si es buena y la adhesión es gratuita!)

En la tarde venía feliz de la vida metida en un fenomenal taco por Andrés Bello. Pero como ando en mi tónica de la campaña en pos de las buenas actitudes, puse a todo chancho la radio –con las ventanas arriba, obvio, nunca tan flaite- y sintonicé el primer dial que alcanzó esa reliquia que tenemos –que ni siquiera tiene visor, entonces si encuentras una radio eres como bacán- y ¡felicidades! Para mi sorpresa estaban dando un especial de Chayanne (es mi placer culpable, ok?) y dieron justo unas de mis canciones favoritas: “ Pero no te preocupes por mí… que dios se apiade de ti ”.

Y justo en la parte de “ cuando se caiga el cielo y pida un deseo a la luna llena…”, momento en que ya estaba simulando un micrófono con mi celular y me sentía la obsesión misma del guachomino puertorriqueño, siento un chirrido de frenos escandaloso a mi lado, seguido de muchos piiii piiii (nótese la bocina) y claro, como suele ocurrir: ¡todo había sido culpa mía!
Porque desde que decidí ser, además de una buena conductora, una señorita llena de gentileza, dejé pasar un auto bonito rojo que por como me tiraba el auto encima, estaba clarito que quería cambiarse de pista. Entonces yo, la bondad hecha mujer, en vez de tocarle la bocina y gritarle cosas feas, le dejé un espacio para que metiera la punta –del auto, obvio- y como cero moverse el tráfico, quedó metido entre las dos pistas. Y ahí escucho el chirrido de un auto no tan bonito pero azul que venía tras de él, que empezó a pitear y a pitear porque el auto bonito rojo no lo dejaba pasar.

“Ajá! Esta es mi oportunidad!” – dije- así que miré al conductor enrabiado hasta que hice contacto visual y cuando lo logré, lo saludé con la mano y le mandé un beso. (No un beso sexy, si era un viejito el conductor, así que fue como tierno)
Y el viejito quedó medio plop al principio, después noté un brillo en sus ojos que me dio como cuco y me tupí, así que seguí conduciendo porque justo se despejó un poco el tráfico. Un par de metros más adelante veo que me hace señas para que baje el vidrio y yo le respondo en el mismo lenguaje que no puedo, mientras agarro mi celular para llamar a papá para que me venga a defender por si esto se pone feo.

Cuento corto: tengo el mail del viejito y supe que se llamaba Esteban; más encima embalado me dio instrucciones de que ese correo servía también para msn, así que lo agregara no más.
Y a mí me da mucha cosa porque, en verdad, es como si mi abuelito supiera ocupar el msn -que obvio que no- y después sería como chatear con un amigo de mi abuelito, o sea, más encima morboso. Así que por mientras estoy redactando una postal tierna, donde salen unos abuelitos tomados de la mano así como deseándole que encuentre a una viejita pronto...

Pd: Si estoy! Pero en semana de pruebas solemnes... vuelvo, eh?
¡Saludos a todos!

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lunes, 5 de noviembre de 2007

Es tan Obvio lo que Escribiré acá...

Que me saltaré el titular.
No, mentira, no puedo evitarlo:
¡Ganamos el Mister Blogger 2007 y su Miss!

Y lo pasamos demasiado bien el sábado. Qué manera de conversar con gente tan simpática, en serio, fue un gustazo conocerlos a todos. Y después qué manera de bailar, pero eso es sólo para los que seguimos con la fiesta… así como esos detalles inéditos de mis nuevos mejores amigos, el barman y el Dj, que dejaré ahí no más porque esas fotos… Ja!

Haciendo el recuento, primero darles las gracias a las Lulús porque se pasaron, todas demasiado simpáticas y prepararon un encuentro de verdad muy lindo. Se preocuparon de detalles como la decoración, qué decir de la corona y la banda tan top que me llevé para la casa y sobre todo, porque hicieron posible un ambiente muy entretenido.
Mención especialísima a los otros participantes que por fin pude conocer, siendo eso lejos una de las cosas más rescatables de la noche. Entre ellos a Sole, que preocupada me decía que le daba vergüenza haber dicho tantas cosas en su blog y que es lo más simpática del mundo. Su mister Daniel, demasiado ameno que prometió una canción especial para el día lunes en su kiosco bloggero. También Luis Alejandro que no lo conocía, pero me iré directo a saludarlo a su blog. Para la pareja finalista elegidas por las Lulús, cuya miss no pudo ir pero fue el mister Crichard, quien nos deleitó con su guitarra y nos hizo cantar mucho rato –incluso adivinando comerciales de tv-. Otra pareja que no conocía, pero que se pasaron por ir con mucha buena onda fueron Víctor y Soledad, Lorena que también viajó de Concepción para estar acá y la entrega de la corona al mister que estuvo a cargo de Blood, mister blogger 2006. También mención a quienes fueron sin estar participando en el concurso, pero que fue muy lindo que estuvieran como Ale, Kotto, Vicky y Pablo. Genial haberlos visto y conocerlos a todos un poco. También a la Lulú con quien más compartí, Vita, que pucha que la pasamos bien bailando en la noche y que obvio, no será la última vez!

No sé si se me queda alguien en el tintero, pero me reclaman no más…
Pero con cariño, ojo que soy Miss ahora, jaja!

Momento cursi: Cuando dijeron que éramos nosotros los ganadores de verdad no lo podíamos creer. O sea, la emoción a full y pensé que me daría el síndrome de la Bolocco e iba a llorar, pero era como mucho. Lo reemplacé por el síndrome de polilla me soplaron por ahí, encandilada con tantos flashes y sí, gracias, si me sentí famosa!
De puro entusiasmo incluso lo pensé cuando me dijeron que hiciéramos el baile del koala, pero después me dio susto porque hubiera dejado con problemas eternos en la columna a mi mister. ¡Y obvio! Cómo no mencionar a mi Mister que viajó ese mismo día de Concepción y en estos momentos va de vuelta a casa, que fue un gusto conocerlo y saber que no me odiaba después de todo lo que lo molesté para hacer la campaña.

Pd: Papá me había molestado el sábado en la tarde, con que si había ensayado o no la cara de sorpresa para las fotos. Así que lo sorprendí, cuando fue a saludarme en la mañana, le hice un “hola” en 8. Toda una miss.
Pd2: Quedan pendiente las fotos! Mándeme al correo porfis!

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lunes, 29 de octubre de 2007

Fanática de las Citas a Ciegas

Ok, nunca tan lanzada a la vida, usualmente pido fotos y uno que otro dato, con el fin de que si pasa algo malo, tener al menos una dirección donde ir a demandar al loco de patio que me pudo haber tocado, lo que menos mal nunca ha pasado.

No sé a cuántas he ido, pero son varias. Para la cuenta, de todas ellas saqué un pololeo, al menos unas cuatro relaciones y otras tantas que quedaron hasta para una segunda cita. Ah sí, también hubo un par en que apliqué “un Cote” –bloqueo de msn por jugoso- y otras tantas en que fui más directa y dije: “qué entretenido… pero no, con ésta estamos más que bien”.

De las más graciosas quedará en la historia un hippie –me engañó con eso porque no me gustan los hippies- que muy tierno me llevó un poema a la cita. Y era lindo el poema, pero lo llevó en una hoja de cuaderno con todos los flecos… ¡Mínimo cortarlos! Con él no salí más.
También hubo un vivaracho que cuando me pasó a buscar me llevó a un mirador. Y después dicen que los hombres no son caras de raja. Apenas le pegué el grito del año me llevó a mi casa de vuelta. Esa vez tampoco hubo segunda.
O el espécimen mitad intelectual mitad punky -nefasta mezcla- que me presentó el novio de una amiga. El chico me llevó la contraria toda la noche, me discutió todo lo que dije al borde del insulto y cuando se iba, me pidió el teléfono! El que di porque soy una señorita, pero con una pequeña modificación en los últimos 4 dígitos.

Según un amigo, mi juego de las citas a ciegas es una tómbola peligrosa y siempre me saca a colación el tema de este español que mató a la chilena allá lanzándola departamento abajo. Ok, primero yo no soy víctima de trata de blancas; segundo, yo tengo buen gusto y el español era bien penca; por último, nunca pero nunca tan lanzada como para salir del país a concertar una citas.
Bah! Si todavía le tengo fe al guachomino nacional.

De hecho he pensado que si no me gano nunca el Loto como vengo sospechando hace dos años- pienso que me haría millonaria si creara una agencia especial para citas a ciegas. Certificadas y sin demoras. Qué fotos, puros video de presentación.
Y estaría obligada a salir con todos los candidatos, sólo porque seré una regia presidenta de la institución que ofrecerá productos testeados para mis guachi-amigas.

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jueves, 25 de octubre de 2007

Del Hombre Ideal (Y sus Profesiones)

Cuando era niña me quería casar con un doctor. Pediatra en lo posible. A esa edad quería tener 10 hijos también –no conocía de las estrías y esas cosas, ahora ya me espanté- y como mi sueño frustrado es haber sido pediatra, me dije: “Tate, ésta es la mía, me caso con uno y las consultas de mis 10 cabros chicos salen gratis”.
Pero después empecé a conocer a los doctores y no me gustaron tanto. De hecho un tío lejano que es doctor se lució en una once familiar contando su teoría de porqué los doctores siempre engañaban a sus esposas con las enfermeras, pasando por declaraciones de alto calibre del tipo las “múltiples y alucinantes noches de turno”, “dormir como 5 en una camilla” y “delantales ultra delgados y sin ropa abajo”.
Ok, muy morboso y yo no sirvo para cornuda en potencia, pensé, mientras veía a la pobre tía desatornillarse pegándole debajo de la mesa con un claro afán de que se callara.

Fue así como mi rango de médicos para el perfil del marido ideal comenzó a restringirse. Con esos datos descarté a todos los que hacen turnos y son cirujanos; de pasadita también a los ginecólogos, porque eso de que anden viendo tanta cosa no me provoca ninguna gracia y para colmo, son como la típica fantasía califa de la dueña de casa, así que no. Quedaban los que tienen consultas privadas del tipo oftalmólogo, que ahora no me sirve porque ya me operé mis lindos ojos, y ni hablar del dentista que el ruidito de la máquina esa me pone los pelos de punta.

Con el paso del tiempo empecé a centrar mi target en los ingenieros. ¿Por qué? Porque ya había tenido demasiada experiencia con los del área humanista y se me ocurrió que quería alguien cuadrado para que ordenara mi desordenada vida. Después de un historiador, un fotógrafo, periodistas varios e incluso un cuasi escritor, decidí que yo era más que suficiente para darle el toque lúdico a la relación. Dos era simplemente escandaloso.

Pero me aburrieron. Sobre todo el ingeniero informático que se creía digno de Fantasilandia al mostrarme la súper página que había levantado él solito, o que intentaba enseñarme – ¡a mí y a estas alturas de mi vida!- porqué el código html tenía que ser tan ordenado y guardarse en sub-carpetas cifradas (¿?).

Antes también me dio con los artistas y ése sí que es cuento aparte. Además de irse en voladas –literalmente-, descubrí que uno era proclive a meterse a una secta (todavía lo sigo buscando en la comunidad de Pirque) y el otro que es un actor, me superó al poco tiempo con sus aires de metro sexual que conocía más cremas para el rostro que yo. Ni hablar de cuando le dieron un papel –papelito- en la teleserie “Alguien te mira”. Por más que le repliqué que apurado lo vi decir tres frases completa en la famosa teleserie, él ya se creía de Hollywood. Y con uno que se crea la raja en la relación basta y sobra.

Por eso, cuando comencé a estudiar derecho, todos mis amigos me dijeron que ahora debía centrar en mi target en los abogados. Juez por último, les contesté, mira que todos los abogados que he conocido o están con el delirio de la justicia perfecta, o ya se corrompieron en el sistema.

Así que decidí que ya no me preocuparé más de las profesiones. Sólo quiero uno que se comporte como mi admirador secreto personal y exclusivo.
Con qué se gane la vida me importa un nabo, porque descubrí que tengo pésimo ojo para clasificarlos así.

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martes, 23 de octubre de 2007

Tú: ¡No te lo Pongas!

Soy fanática de ese programa del cable en el cual dos inglesas le dicen a las pobres dueñas de casa cómo vestirse mejor, con el fin de que reconquisten al marido y/o los hijos dejen de pasar vergüenza cuando los va a buscar al colegio.
En todo caso, las mujeres que necesitan del cambio de look en ese programa son bien extremas. Todas aparentan mínimo 10 años de más, se visten con géneros dignos de cortinas y si no salen con el gorro de baño puesto es sólo porque alguien les sopló que se veía mal. O sea francamente, casos perdidos en el tema de la moda.

A mi hermana también le encanta el programa porque según ella, dan muy buenos “tips” de moda. Ahora le dio con que los jeans tienen que tener la parte central desgastada, para que las piernas se vean más delgadas y cosas así. Aunque yo no comulgo tanto con los mandamientos de las inglesas –que entre nos, la flaca se viste regio y la gordita siempre se ve más gordita, o sea, ni ella se hace caso- sí respeto algunos como no vestirme entera de blanco, porque eso me provoca complejos de Moby-Dick y vuelvo depre a la casa de tanto verme en los espejos.

Yo sufrí con el tema de la moda. Recuerdo que mi mamá sólo me dejó romper unas fotografías de mis tiernas 13 primaveras cuando le eché en cara que dónde estaba ella, que me había dejado salir de la casa con patas fucsias y polera calipso.
¡Y más encima que me dejara sacarme fotos con esa tenida!
Ni pensar en la moda de las calzas con el talón dentro de la zapatilla y un polerón arriba. ¡Qué cuestión más antiestética!. Todavía pienso que sólo un mentalista me hará olvidar esa época en que se llevaba la chasquilla parada con molde de cono…

Ayer andaba en mis típicos trámites en el centro de Santiago -donde una de las cosas más entretenidas es pasar a vitrinear a cada rato- cuando me asomo a una gran tienda azuzada por un inmenso letrero de “50% off”. Y a mí que me cuesta decir que “no” en todo orden de cosas, con las ofertas sí que me admito caso perdido, así que entré.
Cautivada por un bello vestido, agarro la talla y parto al vestidor, cruzando los dedos para que mi papi-jefe se demorara en regresar y yo pudiera llegar a esconder la famosa bolsa.

Y ahí la veo: ¡Una señora con el mismo vestido que yo había escogido!

No es por pelar, pero primero el vestido no le iba a entrar. Segundo, el color era muy llamativo y ese teñido tipo taxi desentonaba totalmente. Ni siquiera hablaré de los zapatos que andaba trayendo. Miré a la amiga que llevaba un look similar y pensé: “Yo me haría millonaria haciendo un No Te Lo Pongas chileno”.
Salió del vestidor, media morada de tanto aguantarse la respiración y miró a la amiga, quien le dijo que se veía regia – ¡la media referencia!-.

Y yo lo único que quería es que me prestaran un micrófono en la tienda para gritarle: “¡No te lo pongas!”.
Pero se lo puso y se lo compró más encima. Y yo me fui maldiciendo, porque nica me compraba el mismo vestido que esa señora, para que alguien nos viera juntas y dijera que tenemos el mismo gusto para vestirnos.

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viernes, 19 de octubre de 2007

Me Deberían Dar un Premio

Estación Universidad de Chile. 19:00 hrs.

Ayer, como no me había pasado antes, estaba lleno el metro camino hacia Escuela Militar, dirección a la que tomo TranSantiago para ir a la Universidad en la noche.
Yo que antes amaba el metro, tuve que dejar pasar tres trenes antes de poder subirme, preocupada por la hora. Y cuando lo logré, quedé atrapada entre puros caballeros con todo el temor de no salir virgen -¡JA!-. Aún cuando uno de mis pasatiempos favoritos es escuchar conversaciones ajenas y me tengo que morder la lengua para no opinar, me aburrí como ostra ayer porque todos comentaban que nunca el metro iba tan lleno, con caras dignas de si Chile hubiese perdido ante Perú y ni hablar del olorcito.

Y ahí le vi. A mi derecha. A unos tres metros de mí y en definitiva, como a 25 personas de distancia.
¡El tremendo guachomino!: 1,90, guapo, bien vestido y el único a quien no le vi sudor en la frente.
Apliqué contacto visual de inmediato. Coqueteo casual. Cambio de luces, sonrisas varias y me bajé.

La Michelle me debería dar un premio, el gobierno en general creo yo:
Debo ser la única santiaguina que se da el lujo de coquetear en el metro a la hora peak.

Pd: Tú, chico de la chaqueta negra, de 1,90, sonrisa perfecta y galante: ¡¡Me hiciste la tarde!!

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jueves, 18 de octubre de 2007

Wena Cote!

(Para los mal pensados no, no me pillaron en ésas ni menos me grabaron)

En los últimos días me han gritado tres veces “Wena Naty” en la calle. Además de no llamarme Natalia, tampoco andaba en actitudes dudosas como para crear el parecido.
¿Cuándo el “Wena Naty” se transformó en el piropo califa del chileno promedio?
Pero promedio hablo, porque ni siquiera es el piropo del maestro de la construcción, que sigue pegado con el “mi yeina, soy casado pero a esa la dejo mañana”.

Iba camino a la universidad cuando veo dos chicos caminando frente a mí. Al ojo les eché 5 años menos que yo, que si bien no raya en la pedofilia, igual es perversión porque sería como salir con mi primo chico. Seguía mi trayecto cuando uno de los chicos se me acerca y me susurra al oído “Wena Naty!".
¿Ahora así le dicen a las chicas paseando en mini?

Esto del episodio de la Naty pegó fuerte parece. Yo que me enteré como una semana después de la noticia del año y tras haber preguntado a 20 contactos de msn porqué todos conocían a una Naty y qué le gritaban tanto. A mí que me da pena la chica, porque en mi época los amigos te cantaban “llévala al motel”, pero a ninguno se le ocurría grabarte. Yo que casi me abandericé y despotriqué por el accionar machista –sin haber sido nunca feminista- porque la culpa fue del gil que la subió a youtube, a mi parecer.

Al día siguiente a la salida de la universidad tres pailones –esos si tenían mi edad- me gritan lo mismo cuando paso. Me di vuelta atacada y les dije “¡Pero si no me llamo Naty!”. Como suele suceder con los guachominos que gritan cosas en la calle y uno los enfrenta, se les cayó la cara y se dieron media vuelta avergonzados.
No entiendo nada. Según mi hermana con la foto de la corona igual me parezco a la del video, pero está claro que dejé el jumper hace rato!.

Ya la tercera vez dejó de darme gracia el asunto. Caminando entre ambas sedes de la universidad un grupo de chicos desde un auto, me tocan la bocina y me gritan “Wena Naty!”.
Y ahí se quedé plop.
Por último, me podrían gritar “Wena Cote!”, ¿no?

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martes, 16 de octubre de 2007

¿Patas Negras o Cornuda?

Hablaba con mi guachi-amiga Tania sobre el tema de ser patas negras. Ella como anda full love, es capaz de sacarle los ojos a la “yegua” que le mire al novio y ni loca lo engañaría –yo la apoyo, se viene un súper matrimonio ahí-, mientras que por mi parte, era totalmente distinta la película.
Se supone que cornuda nunca he sido, aunque últimamente le he perdido la fe al género de guachomino fiel, así que no meto las manos al fuego por nadie. Pero sí me ha tocado ser patas negras.

El tema de ser patas negras es accidental. Digo por parte de una claro, de parte del guachomino califa la cosa no tiene nada de accidente. El otro día le pregunté a mis amigos si no tenía un letrero de neón en mi frente que dijera “patas negras aquí” y yo no me había fijado. Me dijeron que no, que tenía otra cosa a la vista… (Pero no es del caso comentar aquí esas conversaciones con mucho vodka de por medio)

En fin… Decía que era accidental porque a veces –no defenderé a todas las de mi género, sólo a mí- una no sabe que está siendo la patas negras. He pecado harto de confiada, porque como yo no ando haciendo cosas turbias en mi vida, nunca pienso que el otro sí las hace. En una ocasión debí incluso pedir disculpas a la chica damnificada de la situación y aunque casi se me cayó la cara, no dejé de afirmar que yo no tenía cómo saber si el guachomino la negaba todo el día! Pero la chica era tonta, prefirió echarle la culpa a la inocente y no al tonto caliente.

La última que me pasó fue en esas recaídas irracionales con el típico ex que siempre vuelve a buscarte. Ese que incluso fue a verte a la casa cuando tú ya estabas con otro y trató de hacerse el lindo. El mismo que después, al enterarse que volviste al mercado de los solteros, te vuelve a invitar a salir.
Fuimos al cine y lo pasamos bien. ¿Recordar viejos tiempos? Ni tanto, esos deben quedarse en el baúl de los recuerdo no más. El tema es que al par de días me entero que el tipo está pololeando, situación que no sólo me oculta… ¡sino que se hace el gil más encima cuando lo encaro! Afortunadamente con este chico nunca ha habido otras intenciones, pero esto ya raya con la maldad.

Soy de la idea de que si no te gusta con quien estás, termina y vuelve a la vida de la soltería –mi favorita en este tiempo- pero eso de andar poniendo los cuernos, además de mala persona, es de cobarde. ¡Mire que faltarle cojones para decir la verdad, pero no para tirarse a otra!
Por eso mismo y por todas las experiencias que me han tocado en este sentido –ni pregunten cuántas son y así me evitan ir al psicólogo-, es que desconfío ahora de que existan guachominos fieles. Según mi amiga, hay guachominos y hay fieles, pero no los dos juntos.

Al final ella, casi para subirme el ánimo me dice: “Pero Cote, lejos es mejor ser Patas Negras que Cornuda…”
Y si lo miramos así, tiene razón. Digo, hasta que esté del otro lado.

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viernes, 12 de octubre de 2007

Igualita a...

Registro civil de Santiago. 9:00 a.m.

- Mijita, la estaba mirando hace rato en la fila
- Ah, que bien –genial, me tocó psicópata y yo vengo siempre para acá-
- Si, es que yo pensé que era la Marlen y la iba hacer pasar antes…
- JAJA –ataque surtido de risa- ¿la Marlen Olivarí?
- Si, es igualita a ella mijita
(Pensé en darle un autógrafo pero me contuve)
- Pero caballero! Me faltan como 500 gramos por lado para parecerme a ella!
- Nooo, mijita, quédese así no más, si la Marlen se fue al chancho…
- ¿Pero me habría evitado toda esta fila (35 minutos) si hubiera sido la Marlen?
- -Sonrojado- Bueno… si nadie reclama...

Estamos entonces, tengo que convencer a papi de que vayamos a ver al doctor Vidal este fin de semana.

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Pd: Seguimos en concurso Mister & Miss Blogger 2007 ! Vote por la Pareja Uno AQUÍ

jueves, 11 de octubre de 2007

Chica Rojo

El sábado en la noche –antes de una noche de lujo por cierto- vi la famosa gala final de Rojo: Fama contra Fama”, que se supone es la última y no pude evitar entristecerme.
En algún momento fui la fanática número uno del programa, sitial que compartía con mi amiga y dupla humorística Me, quien era la única que sabía conmigo la vida del Leandro (que es como mi primo, pero ésa es otra historia), la famosa pero triste niñez de Jimena e incluso los variados amores dentro del clan. ¡Demasiado fanáticas!
Pero eso fue durante las primeras dos temporadas no más, después no logré interesarme tanto en la vida de los chicos -así era re fome el programa- Y bueno, la verdad es que…
¡Yo siempre quise ser una Chica de Rojo!

Y aunque yo jure de guata que canto bien –y algunos osen discutirlo- lo mío en verdad es la danza. Igual entre ambas categorías, encontraba más top ser cantante porque se supone que era más profesional, pero sé que hubiera arrasado bailando. Pero tuve mis motivos para no participar:

1. Yo siempre me entero de todo al último (pero de todo) por lo mismo, las fechas de los casting se me pasaban volando.
2. Mi nombre es demasiado “normal” y me niego a ponerme Yamna, Tiffany o cualquier cosa así, y pasar por esa vergüenza en el registro civil sólo para triunfar en el baile.
3. Tengo poca resistencia al fracaso y seguramente el jurado me hubiese hecho llorar ante todo Chile.
4. Igual le encuentro algo sexy a Jaime Coloma y me habrían echado del canal por inmoral.
5. Me cae pésimo el Rafa Araneda y fijo que me hubiese enganchado con él por algo.
6. No tengo problemas familiares, mis papás me deseaban, mi hermana no le hace a las drogas, no he tenido que cantar en la calle… en resumen: un perfil fome para el programa.
7. Sí tomo y bailo apretado, pero soy una lady y no andaría a lo gringa para que me sacaran fotos así.
8. Mi abuelo me hubiera desheredado por ponerme uno de esos trajes de cabaret, que están bien para un show privado pero no por la tele.
9. Habría tenido puros amoríos con bailarines y cantantes, y eso ya está comprobado, no son mi target.

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Pd1: Gracias por todos los ofrecimientos de admiradores secretos... ahora espero hechos! jaja
Pd2: Ya que no fui Chica Rojo... Quiero ser Miss Blogger!! Así que voten por la Pareja Uno AQUI

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lunes, 8 de octubre de 2007

Quiero un Admirador Secreto

Para que me vigile mientras no lo veo. Quiero que trate de adivinar mi contraseña de correo sólo para saber si salgo con alguien. Que me deje flores en la puerta de mi oficina con una nota misteriosa. Y que esa nota más encima sea romántica.

Quiero que se consiga mi número de celular y me deje mensajes. O podría dejarme pedazos de canción sin hablar nunca. Y que se cree un correo sólo para escribirme sin que lo descubra.

Quiero un admirador secreto porque quiero salir y sentirme observada. Quiero que sea muy mino, pero tímido. Y que le pregunte al ascensorista si salí a almorzar o no. O porqué he faltado tanto, si me tomé vacaciones o estoy enferma.

Quiero que sepa mi horario de entrada y de salida. Y que me saque fotos sin que me dé cuenta. Quiero que averigüe el día de mi cumpleaños. (Es el dos de marzo) Y que me deje un regalo en la puerta ese día.

Después de eso, voy a querer que todos sepan que tengo un admirador secreto. Y un admirador secreto súper guachomino!

(Jajaja, parece que quiero un psicópata también… Pero no me importa, esto se va fijo a la carta del viejito pascuero de este año)

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jueves, 4 de octubre de 2007

¿Ridícula Yo?

Ayer caminaba como siempre por Huérfanos hacia mi oficina y de la nada me gritan: “RIDÍCULA!”
¡Cara de raja! ¡Qué se cree la gente!

Rewind…

Ayer camina como siempre por Huérfanos –conectada a mi súper celular con radio- hacia mi oficina –escuchando una canción demasiado prendida que me traía sonriendo y bailando- y de la nada me gritan: ¡RIDÍCULA!

Es que me mata la canción “El señor de la ducha” de la radio HIT y siempre la ponen cuando yo ando en la calle!
Y en la parte “♪ Si quieres gozar, si quieres perrear, de camino al colegio la ducha te pone a vacilar ♪”, yo ya tengo mi propia versión aplicada a mi vida –que por la moral y las buenas costumbres no voy a publicar aquí- y sí, venía sonriente. Y bailando. Un poquito.

Para colmo en el medio de la canción sale el Nacho Godoy cantando “Limpiaparabrisas” y yo no lo puedo evitar: me sale el “sapito de agua, sapito de agua” casi por inercia. Ni hablar de “luces altas! luces bajas!”
De hecho creo que venía en esa parte de la canción cuando escuché clarito el grito a unos metros de mí.

Me di vuelta a mirar al cretino que me había gritado con cara de “pasaste de una a mi escala del odio” (a nadie le gusta estar ahí, eh?) aunque obvio, primero tuve que detener mi movimiento de caderas y bajar los brazos.
Y era un amigo que no veía hace mucho tiempo -5 años según su cuenta- y apenas lo reconocí me quería enterrar. De hecho mi primera intención fue dar media vuelta y correr cual pato malo, pero su mano me contuvo.

- ¿Cómo estay?
- Bien ¿y tú? ¡Tanto tiempo!
- JAJA, ¿Venías bailando, cierto?
- Eeeee… es que vengo de la pega… bailo en el café con piernas de la esquina…

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lunes, 1 de octubre de 2007

Isolda Noctámbula

Soy sonámbula desde que tengo uso de razón. Situación que provocó por lo demás varias risas cuando llegaba dormida, muy pequeña aún, a la pieza de mis papás a ofrecerlas cosas, salía de mi cama a recorrer la casa o simplemente despertaba a mi hermana con mis diálogos incoherentes. En realidad, ella es la única a la que no le da gracia el temita, porque me dice casi todas las mañanas que la asusté en medio de la noche con un tremendo grito, o que despierta cuando siente que estoy muy cerca de ella mirándola (y dormida!) bien raro…
Yo le he explicado que si le hablo tanto debe ser por todo lo que la quiero y que no puedo dejar de comunicarme con ella ni en sueños, pero el susto que le dio cuando la otra vez “le pasé a pegar” –fue sin querer- porque me estaba vistiendo dormida así como para salir tipo 3 de la mañana, no se lo quita nadie.

De hecho a mí me encanta ser sonámbula y tener somniloquia -hablar dormida-, porque creo que tengo muchas cosas que comunicar y que definitivamente el día se me hace corto, entonces, mi cerebro se niega a dormirse.
Hace tiempo un psicólogo me dijo que el sonambulismo no era tan genial como yo lo pintaba, porque finalmente no dejaba a mi mente descansar y que podía deberse a muchos traumas. Y si hay algo que yo no soy es traumada, así que nos trenzamos en una dura discusión, donde él me tiraba a Nietzsche y Freud por la cabeza como ametralladora, mientras yo le respondía que proceso muchas ideas por minuto, que mi escasa capacidad de concentración sólo se debe a que me encanta divagar y que por último, qué sabía él si a mí me encantaba ser sonámbula.
Sí, porque lo encuentro de una extravagancia que me hace más especial aún. Ja!

El único problema del sonambulismo es que cuando no duermo sola, estoy preocupada de lo que dirá mi inconciente. Incluso, una vez de paseo en la playa con unos amigos, éstos se turnaron para interrogarme dormida. Afortunadamente, y pese a una que otra cuota de alcohol en mi sangre, me porté como toda una señorita y no dejé salir ninguno de mis escabrosos secretos.

También me pasó con un ex que, escandalizado con mi vida noctámbula, me despertó para amenazarme con irse de la pieza si yo seguía hablando tonteras. Y después supe que todo su enojo era porque le pareció escuchar que yo llamaba a otro hombre entre sueños, pero me defendí como gato de espaldas y salí airosa.

Porque, o sea, si esas cosas no las comento ni curada, ¡menos dormida!


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viernes, 28 de septiembre de 2007

Coqueteando con el Poder

Entre todas las cosas que he querido ser en mi vida, la última que se me ocurrió fue que quería ser poderosa. En verdad esto lo veo casi como la carta al viejito pascuero, es decir, puedo querer lo que sea total es gratis…
Hace unas semanas recibí una llamada a mi celular de un número desconocido. Me dice “hola soy XXX compañero tuyo de la U” y mi bloqueo mental del momento me hizo imposible recordar quién era -conozco mucha gente y no puedo retenerlos a todos!- pero muy cordial seguí hablando y ZAS: Sorpresa! Me estaban invitando a ser parte del nuevo centro de alumnos de la escuela de derecho.

Al principio inventé mil excusas por minuto para rechazar la invitación, porque pensé que eran mis compañeros de primero, de los cuales la mayoría viene jugando conmigo a la “la ley del hielo” desde mayo y donde ya me aburrí de intentar caerles bien. Porque les presto todos mis apuntes y después me odian porque me va bien, mientras las chicas me pelan porque voy con mini a clases. O sea, ni a misa con ellos.
Así que estaba inventando algo así como un viaje eterno de aquí al final de la carrera cuando me dice “Nooo, Cote, si nosotros somos de 3º y 4º, tú eres la única de 2º”

Y mis ojos brillaron. Y vi el poder a la vuelta de la esquina. Y pensé en mi slogan personal. Y filo con el resto de la lista –Ja! No, mentira-. Me vi revolcando en la arena política… Sonó como porno eso, pero me refiero a pavimentar mi futura carrera política.

Por eso fui a la famosa reunión en la que me presentaron el proyecto, que además de ser interesante tiene como principal objetivo implementar el primer centro de alumnos de la carrera, así que acepté pertenecer a la lista. Igual fregué porque soy delegada de finanzas, pero ya les avisé que las matemáticas y yo somos enemigas acérrimas, así que si quieren un balance de fin de año habrá que contratar un contador, porque ni con mi cuenta corriente puedo yo sola.
Pero como andaba exigente ese día, mi cargo además es "delegada de extensión”, una palabra que no dice mucho pero se supone que me encargaré de las comunicaciones y los eventos, así que top.

El único problema es que como buena lista de centro de alumnos tendremos que ir a votación. Y yo tengo poca resistencia al fracaso, así que planeo no meterme mucho en la campaña. Algo así como “mover los hilos” desde atrás y proponer todas las ideas que tengo, pero no voy a poner mi linda cara en todas las paredes de la U. Después mi mamá me dijo que debía cuidarme eso porque podía parecer como que soy “sólo una cara bonita” y no es cierto, así que tendré que preparar igual un discurso.
Pero el discurso de la victoria. Porque si perdemos, mi escasa resistencia al fracaso me dice que también yo deberé perderme un tiempo.

Pd: Y no me deje perder aquí tampoco! Somos la Pareja Número Uno, Vote Aquí

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martes, 25 de septiembre de 2007

¡Feliz Matrimonio!

Por si alguno no leyó, antes de irme a mis merecidas y poco patriotas vacaciones del 18 a Argentina tuve un matrimonio. He ahí la causa de la pequeña caña que me acompañó casi todo el viaje y que me hizo abrir los ojos recién en la aduana, donde casi no reconocía ni a mi maleta y me di cuenta que dejé la mitad de las cosas que tenía que llevar al viaje en mi casa.

En fin… pero el tema importante es el matrimonio de Alejandro y Valeria: mi primo y su flamante esposa.

Y qué manera de pasarlo bien. Además que me veía regia en mi tenida de fiesta.
Pero no voy a quitarle protagonismo a la novia, que se veía bella-bella y mi primo entero guapo. La iglesia preciosa, la ceremonia la hizo un tío nuestro que es diácono y como es de la familia, se alargó un poco y yo que estaba famélica y casi dormida, pero muy lindo todo. Después ya estábamos en el local y tras asaltar entre varios a los pobres mozos que corrían despavoridos tratando de quitarnos los aperitivos varios, vino una cena impecable, con show de fuego incluido, jaja, demasiado top.

Al rato comenzó la fiesta con un show muy entretenido del DJ, que se juraba Chayanne –en realidad era literalmente el doble de… pero se vestía igual y daba instrucciones desde un aparatito bien raro- Y de ahí con todo a la pista del baile…
¿Han visto Flash Dance?

Bah! La mina que sale ahí no es nada al lado mío. Lo único que no bailé fue cueca porque va contra mis principios, pero hasta las 5:30 a.m. fui la reina de la pista y pasé por reggeaton, cumbia, salsa, merengue, ochenteros, tecno y así, todos los estilos musicales imaginables. Ni hablar de cuando salió el cotillón a escena, a mi me faltaba cuerpo para ponerme más cosas encima, ja! De hecho cuando no daba más un tipo –un tanto ebrio y que por cierto no conocía- me insistió tanto en bailar que accedí y terminé haciendo show sola al medio de un círculo, pero bueno, la pasamos increíble. Mi pareja se portó del uno también, pucha qué prendido salió mi amigo, si cuando me cansaba yo él quería seguir bailando y viceversa. Lo pasamos demasiado bien.

Pero volviendo al tema central de esto –no, no soy yo siempre- el matrimonio fue perfecto. Mi primo y mi nueva prima estaban felices y eso era lo único importante. Compartieron con todos, yo que andaba poco prendida logré que nos sacaran el doble de fotos en nuestra mesa y ellos se dedicaron a disfrutar, lejos de todo el estrés típico de los novios.
Ale y Vale: No sé si pasen por acá –aunque los voy a hinchar- pero si leen esto, quiero decirles que su matrimonio no pudo estar más perfecto, todos lo pasamos demasiado bien y esto, sin duda, tiene que ser sólo el comienzo de una bella historia juntos, en la que les deseo toda la felicidad del mundo.
Que yo no podía estar más feliz, me emocioné hasta las lágrimas mil veces y pucha que bailé y lo pasé bien. Y raaa, emocionada aún, sobre todo porque parece que se viene otro matrimonio próximamente!!

Pd1: Paso el dato ¡Soy regia acompañante de matrimonio! Así que si tienen uno, ¡invítenme no más!

Pd2: Comenzaron las votaciones para Mister Blogger 2007 y su Miss... Apoyennos votando AQUI

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lunes, 24 de septiembre de 2007

Sí, Ya Volví

No, no me encontré con Fito en la calle y eso que me pasee mucho por todo Mendoza. Sí conocí a un productor de televisión y pensé: “Tate! Ésta es mi oportunidad, total, quién es Susana Giménez al lado mío! Yo sí que la reventaría en la TV argentina”. Pero después de ver su tarjeta –todo lo que es chanta- y su escasa modulación producto de varias copas de más, entendí que era su “estrategia” para levantar chicas guapas de los bares no más.

Tampoco me encontré con la señora K en mi viaje, dizque vive en Buenos Aires y no visita mucho las otras ciudades, así que no me quedó de otra que conseguir el mail del partido justicialista para ofrecerles mis servicios de campaña, pero mis amigos ché no me dejaron, porque nadie quiere que gane ella. Asimismo los directores de cine, parece que andaban grabando afuera… así que lo de mi primera película quedó en stand by.

Sobre la última opción de encontrar el amor de mi vida allá, no puedo emitir comentarios, aunque mis minis y yo arrasamos todo el rato.

Sólo puedo decir que como los caballeros no tienen memoria, ídem las damas como yo, así que apenas crucé la aduana le hice un “delete” a mi disco duro y partí de cero otra vez. Ja!

(No era tan anti-chilena, igual volví… Rumorean por ahí que fue por venir a buscar mi corona de Miss Blogger 2007, jajaja)

Gracias por todos los saludos!!

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